Entrada destacada

Bullying, sinónimo de tortura. -Artículo sobre el Bullying.

miércoles, 28 de junio de 2017

Bullying, sinónimo de tortura. -Artículo sobre el Bullying.


Buenos días, tardes, noches o cuando sea que estés leyendo esto.
Soy Alba Monzó y estoy aquí otro día para mostrar una experiencia un poco especial.
Según el diccionario, la palabra ''bullying'' significa maltrato o acoso física y psicológicamente hacia alguien, aunque todo el mundo sabe esto. De lo que la gente no es verdaderamente consciente es del infierno por el que pasan las personas que lo sufren. Se han registrado varios casos de suicidio, inclusive.
Aquí os dejo un vídeo que encontré en Youtube. Es un cortometraje anti-bullying, como los muchos que hay por la red, pero este me llegó al corazón y no sé muy bien por qué: vídeo bullying.
Aquí os dejo a una anónima, que eligió como seudónimo ''Luna'', y su historia.

E: ¿Quieres decirnos tu nombre, o prefieres mantenerlo anónimo?
L: Anónimo, por favor.
E: Bien, ¿algún seudónimo que pueda utilizar para referirme a ti?
L: Luna.
E: Luna, ¿sobre qué experiencia nos vas a contar?
L: Sobre el bullying.
E: Si alguna pregunta te incomoda, solo dilo, ¿está bien?
L: Okay.
E: ¿En qué tiempo y lugar nos situamos en tu historia?
L: Hace nueve años, cuando yo tenía cinco.
E: Hace mucho tiempo, al parecer. ¿Hasta cuándo duró?
L: Aún sigue, en menor medida pero sigue.
E: Situándonos hace nueve años, ¿qué pasaba exactamente?
L: Yo era como la ''diferente'' de la clase, mi físico era distinto al de los demás. Era un poco más ''rellenita''. Ya sabía leer, cosa que extrañaba, entonces me trataban como la rara. Justo ese año llegó una chica nueva a clase, fanática de una telenovela en esa época, ''Patito Feo''; y le dio por dividir nuestra clase en populares y divinas. Cómo no, yo formaba parte de las populares.
E: Parece una telenovela en verdad, pero teníais cinco años, es comprensible. ¿A qué te refieres con popular, exactamente?
L: Sí, bueno, es como las marginadas. Las divinas eran las ''mejores'', y las populares, pues, bueno, era yo.
E: Vaya, ¿pasó algo más?
L: Pasaron los años y mediante íbamos creciendo la manera de insultar aumentaba al punto de insultarme a mí por la orientación sexual de mi hermana mayor. A los diez años, mis padres me dejaron ir sola a clases, cosa de la que me arrepentí, ya que me esperaban en la salida para pegarme e insultarme. Después pasé al instituto y parecía que todo iba mejorando..., hasta que llegó el segundo trimestre. Apareció una nota anónima en mi agenda, luego fue una por día. Ponían cosas como: ''Suicídate'', ''muérete'', ''fea'', ''gorda''. Se lo dije a mis padres y ellos lo contaron a la dirección del centro, pero nadie hacía nada. Este año entraron alumnos nuevos a clase, y guiándose por los comentarios de mis compañeros, tomaron un concepto equivocado de mí. A principio de curso iba peor, pero ya se están olvidando de mi existencia.
E: ¿Tienes amigos? ¿Alguien que te apoye?
L: Los únicos amigos que tengo son a distancia y hacen lo que pueden para ayudarme. Cuando me encuentro mal hacen videollamada conmigo, me llaman, etc; y dos de mi clase, que son con las que más tengo en común, ellas también me hablan.
E: ¿Alguna vez les has contado a cualquiera de ellos lo que sientes?
L: Sí, ellos saben la historia, y también lo que sentía cada vez que alguien me insultaba..., bueno, lo que siento.
E: Siento si esto suena no muy delicado, pero ¿puedes contarnos alguna pequeña anécdota en la que tus acosadores se pasaran contigo?
L: Tranquila, no importa. Pues a ver, hubo un día en el que estaba en el baño después del recreo terminando de almorzar, ya que no puedo comer en el comedor por miedo. Salí del cubículo y vi a las de mi clase esperándome junto a los lavabos. Me acorralaron en una esquina y cogieron agua,echándomela encima. Me tiraron del pelo, me dieron patadas, puñetazos... Todo lo que pudiera hacer daño lo usaban como arma. De hecho incluso me amenazaron con volver a pegarme si alguna vez se lo contaba a alguien, y bueno, eres la única persona que lo sabe.
E: ¿Acaso no te dejaron marcas?
L: Sí, pero era invierno y la ropa disimulaba.
E: ¿Y heridas faciales?
L: Sí, un par de rasguños. Pero como ese día en educación física me caí al suelo, nadie supo que las heridas habían sido causadas adrede por mis compañeras.
E: Luna, ¿cuánto hace de ese día?
L: El dieciocho de enero hizo un año.
E: Vaya, ¿tus padres supieron algo sobre ese incidente?
L: No, y tampoco lo sabrán.
E: ¿Por qué?
L: No quiero que se enteren, tengo miedo de su reacción.
E: ¿Preferiste aguantar humillaciones antes que aguantarlo?
L: Sí, no quería que mis padres se dieran cuenta de que su hija es un fracaso.
E: Sinceramente, ¿crees que una persona que sufre acoso verbal y físico es un fracaso?
L: No, totalmente al contrario; pero cada vez que preguntaba a mis padres su opinión sobre ese tema me decían que las personas que sufren bullying lo sufren porque son más débiles que los demás, así que preferí no contarlo.
E: Dices que ahora han disminuido la cantidad de insultos
L: Exacto.
E: ¿Por alguna razón especial?
L: No lo sé, supongo que será porque estamos con exámenes y recuperaciones, etc, y por lo tanto no tienen tiempo para humillarme.
E: ¿Crees que en cuanto todo eso termine ellos volverán?
L: Ni idea, pero el año que viene cambiaré de instituto. Supongo que buscarán a alguien más.
E: ¿Te irás por ellos?
L: No, mis padres se están divorciando y mi madre se irá a vivir a un pueblo de al lado, así que, como ella tiene la custodia, iré con ella.
E: Bien, supongo que solo queda una última pregunta. ¿Quieres recomendar algo a los lectores del blog que están pasando por algo parecido?
L: Aunque yo no lo hiciera, contadlo, en serio. Buscad a alguien de confianza con quien desahogaros, será mejor..., no recurráis a la autolesión, es algo de lo que cuesta salir.
E: Bien, muchas gracias por darnos un poco de tu tiempo.
L: Gracias a ti por darme la oportunidad de contarlo.

Y aquí termina, gracias a todos por seguir apoyándome y leyendo este blog.
Si estáis pasando por algujna situación similar, contadlo. Luna y yo os aconsejamos de todo corazón que no lo calléis, porque como veis puede ir a peor. Seguramente algunos de los que leáis esto habréis o estaréis sufriendo bullying y soportando humillaciones varias. Aquí mi conclusión:
''Los cobardes no son los que reciben golpes, si no los que tienen miedo a denunciarlos''.
Quizás os falta valor o un pequeño impulso para poder decirlo, así que estoy aquí para ayudar. Si necesitáis algo, solo enviad un mensaje a albaa52@hotmail.es
Este es el número de tlf para denunciar el bullying escolar: 900 018 018 (si clicas sobre el número serás redirigido a una página que encontré donde explica todo). El servicio será atendido las 24 horas del día por profesionales.
No tengáis miedo de contarlo, no más humillaciones.
Suerte y fuerza, que de todo se sale.

-Al.

P.D: Clic aquí para enviarme tu historia o simplemente para hablar conmigo.
Clic aquí para redirigirte a mi Instagram personal.
Clic aquí para redirigirte a mi cuenta literaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario